Por: Juan Mauricio Prieto, Coordinador de Transformación Digital.
Las empresas en la actualidad están pasando por una etapa de transformación. Hemos entrado a una era en la que la digitalización en los procesos es fundamental para la competitividad en la nueva economía. Y es que la transformación representa una profunda re-organización sobre cómo se hacen negocios para las empresas a través de tecnologías digitales, esto indudablemente conllevaría a beneficios visibles para un mejor rendimiento frente a la competencia.
Es decir, el proceso de Transformación Digital, no solo consiste en el manejo e integración de las nuevas tecnologías en el trabajo diario de las organizaciones; es también la adopción de nuevos modelos de negocio, de estructura y conciencia empresarial, adaptándose a los nuevos paradigmas de la era digital, como pueden ser la desmaterialización, la flexibilidad o la escalabilidad. Todos estos cambios responderían, en parte, a la irrupción de megatendencias digitales que posibilitan nuevas prácticas y procesos culturales y sociales.
En consecuencia seguiremos viendo cómo las empresas que no logren adaptarse a una lógica de trabajo flexible, remoto y ágil, con la capacidad de utilizar datos para mejorar sus productos, servicios, procesos y de relacionarse de una forma más cercana y responsiva a sus clientes, simplemente desaparecerán. Y es que, orientar la empresa a lo digital nos permite entre muchas cosas acceder y manejar de forma más eficiente a los datos de la empresa, destacando la productividad, la reducción de costes operativos, la capacidad de mejorar los productos, servicios y procesos de la empresa con respecto a las exigencias del mercado, a la alineación del departamento de tecnología con la estrategia de negocio reconociendo al cliente como su objetivo principal.
La tecnología permite que la banda ancha móvil, los servicios de cómputo en la nube, los grandes datos y su analítica como también las redes sociales representan oportunidades de innovación en la prestación de servicios y nuevos modelos de negocios. Aun así, su utilización combinada es la que da lugar a innovaciones disruptivas en la operación de los negocios, al encontrar la facilidad en el desarrollo de soluciones inteligentes que pueden aplicarse en cualquier sector económico y de manera escalable. En suma, son tres los factores determinantes para el éxito de una organización en la era digital: El primero se encuentra en las características individuales de los líderes de las organizaciones, como son su disposición al cambio y la actitud para crear competencias para afrontar los nuevos retos. En segundo lugar, están las características internas de las organizaciones, como son los beneficios que arroja la descentralización del poder o control en unos pocos miembros de la organización, lo cual haría aumentar la adopción de innovaciones por parte de todo el organigrama de la empresa; dando a lugar que el grado de conocimiento y experticia que presentan los miembros sea mayor; esto sin duda ayudaría a un flujo más rápido en la forma de crear diferencia ante la competencia; la holgura de recursos que permitiría financiar la adopción de nuevas ideas. Y por último, se incluirían características externas de las organizaciones como su nivel de apertura y alcance.
Juan Mauricio Prieto, Coordinador Unidad Transformación Digital Cidti 4.0
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